¿Por qué este blog?

Me gusta mucho leer y aunque no soy de Cartagena amo esta ciudad, por ello he decidido unir estas dos pasiones y, disfrutando del clima, proponeros pasear con un libro bajo el brazo y leer en cualquier lugar.

martes, 27 de abril de 2010

Jazz

Louis Armstrong (Jazz porque Sí)

La gente que me gusta. Mario Benedetti

La flor más grande del mundo. Saramago

Adaptación del cuento de José Saramago

Cartagena ciudad para el s. XXI




Podemos volver a ver el programa que RTVE-2 dedicó a Cartagena en este enlace.

http://www.rtve.es/alacarta/la2/ultimos/index.html#707232



Saramago


José Saramago es uno de esos autores a los que me gusta releer.
Uno de sus libros “La Caverna”, se trasformó en una época de mi vida en un libro de cabecera al que volvía una y otra vez.
Hay dos pasajes del libro que casi llegue a aprender de memoria: uno reflexiona sobre el valor de las palabras, el otro sobre el tiempo, maestro de ceremonias, que coloca cada cosa en su lugar.
Tal vez no sepáis que escribió un cuento, para niños y para adultos que aún mantienen una mirada limpia y la capacidad de sorprenderse, su título es “La flor más grande del mundo” y podéis encontrar un vídeo en Youtube.

Además del manejo de las palabras me fascina de José Sousa, su compromiso con el mundo, así en la cena de la entrega de los Premios Nobel de 1998, recordó en el brindis los cincuenta años de la Declaración de los Derechos Humanos. "Las injusticias se multiplican, las desigualdades se agravan, la ignorancia crece, la miseria se expande. La misma esquizofrénica humanidad capaz de enviar instrumentos a un planeta para estudiar la composición de las rocas, asiste indiferente a la muerte de millones de personas a causa del hambre. Se llega más fácilmente a Marte que a nuestros semejantes." [LA VANGUARDIA, 11 de diciembre de 1998]

Anna Gavalda


Hay veces que uno necesita leer un libro por el placer de leer y sin tener que reflexionar permanentemente sobre él.
Eso es lo que yo sentí cuando leí “Juntos, nada más”.
También hay veces que uno necesita llegar a un final feliz.

Por eso me atrevo a recomendar que leáis, en el caso de que no lo hayáis hecho ya, este texto.
Si me gustó leerlo es porque habla de lo cotidiano: una joven pintora que trabaja en lo que puede y cuya situación comienza a cambiar al cruzarse con un vecino del edificio en el que malvive, dueño de una gran casa, con problemas de relación, que la cobija en este nuevo espacio y que ambos comparten con el tercer personaje, un cocinero que vive allí de alquiler, opuesto al dueño de la casa en carácter, actitud y sentido de la vida.
Se van estableciendo lazos entre ellos, lazos porque el destino ha querido que estén juntos, nada más, pero que hace que las cosas vayan saliendo bien sólo por el hecho de aceptarse todos tal y como son, establecer relaciones por el afecto y aceptar al otro por lo que es y no por lo que se espera de él.


Biografía


París (FRANCIA), 1970
Casada y con dos hijos, imparte clase de lengua francesa en un colegio de Melun (París) y en la universidad de Nazareth en Voisenon. Con su primer libro, Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, obtuvo el Grand Prix RTL-Lire 2000, una colección de relatos de la que se han vendido 700.000 ejemplares en Francia y que ha sido traducida a diecinueve idiomas. Su primera novela La amaba (Seix Barral, 2002) la consagró a nivel internacional.
En el 2004 publica su segunda novela Juntos, nada más.